ACTO 1: COSMOGÉNESIS

I
Origen/Gestación

Bajo un sombrío y desolado cielo gris, mientras el agua se precipita por el enorme patio circular del edificio formando pequeños charcos en las desgastadas losas de piedra, Nikola recorre con cierto desasosiego los pasillos de la biblioteca. En su serio rostro puede verse reflejada una falsa tranquilidad, una calma tensa recorre todo su cuerpo mientras abandona el edificio.
Estamos en el año 2984, el mundo ha sucumbido al poder del país antes conocido como China. Vertebrado ahora en tres grandes bloques que abarcan todo el planeta excepto África y la Antártida, con un sistema jerárquico donde el poder se sirve de la ignorancia, la pobreza y el miedo como armas de control, semejante a una bota aplastando un rostro humano... incesantemente.
Nikola, traductor del Ministerio de la Verdad, tiene en su interior la necesidad de revelarse, de ser libre, lo cual le obliga a huir de las lúgubres y húmedas  salas de la antiquísima biblioteca antes de ser capturado.
Gracias a su trabajo en el Ministerio, ha logrado recavar multitud de documentos e información de los viejos y mohosos manuscritos, que le facilitarán su huida. Además, al ser traductor posee amplios conocimientos lingüísticos, mucho más extensos que los de sus compatriotas, limitados por la escasez de la neolengua.
Trabaja en la Alhambra de Granada, en China Oriental, desde donde parte huyendo hacia África.

“2 de enero de 2984,
Después de todo el trabajo que he realizado en los últimos años, viendo como el partido manipula y reconstruye la historia a su antojo, sólo puedo estar seguro de cual no es la verdad. Lo único que sé con certeza, es que las versiones oficiales son falsas, pues yo mismo he inventado algunas, pero desconozco la verdad y no puedo evitar preguntarme cómo era el mundo antes.
El hilo de la historia debió romperse en el algún momento, y resulta imposible alcanzar la verdad desde dentro del sistema. Según he leído, en África son libres y en Bandiagara encontraré respuestas.
Ya he logrado los contactos necesarios para garantizarme la huida, si son verdaderos rebeldes o policías del pensamiento... será mi primera respuesta.”


Nikola, al igual que el resto de la población, sufre una extrema delgadez por culpa de la escasez de alimentos. De gran altura y esbelta figura, presenta una castigada y seca tez facial, palidecida por el duro día a día, con una enorme nariz aguileña y unos profundos y fugitivos ojos negros. Junto con sus pobladas cejas y su arrugada frente que parece no acabar nunca debido a su alopecia, llama especialmente la atención su denso y canoso bigote que le da el aspecto de un venerable anciano, a pesar de tener tan solo 42 años.
Finalmente logra escapar y adentrarse por los áridos parajes de África, bordeando su costa oeste hasta el delta del Níger, que asciende hasta llegar a Bandiagara en territorio dogón. Bajo el refugio de los escarpados acantilados de la zona, se cobijan a los misteriosos dogón. A pesar de no ser un hombre de carácter extrovertido, sino más bien un huraño que despertaba hoscas miradas entre los demás, siempre gobernado por la prudencia, Nikola logra ser aceptado por los dogón gracias a su pasión y amabilidad. El líder de su templo es Hermes Trimegisto.

"24 de febrero de 2984,
No puedo saber cómo era China antes de ser dividida, ni qué pudo haber antes que China, ya que esta tribu no ha tenido contacto con el exterior desde hace siglos, pero eso abre una nueva puerta, ¿de dónde han salido? ¿cuán antigua es nuestra existencia? Nunca había pensado en cuál sería el inicio de todo, la causa primera, sólo me había planteado qué había antes de la situación actual, pero ¿cuál es el origen?
Tratando de resolver esa cuestión, he comenzado a hablar con los dogón, especialmente con Hermes. Para estos hombres es imposible el concepto de 'creación' a partir de la nada, para ellos siempre debe haber algo, un principio originario de las cosas, que debe ser ilimitado e indeterminado.
De esta forma no conciben el tiempo de una forma absoluta, con un principio y un final, para ellos la realidad tiene un carácter cíclico. No hay pasado para el tiempo, ni principio de la existencia, siempre ha habido existencia y lo que llamamos tiempo es simplemente una forma de ordenar su movimiento, y poder ubicarnos dentro.
Es algo difícil de asimilar, pues mi existencia sigue una clara linea finita, pero el concepto de existencia en si mismo seria más bien un círculo perfecto, donde no podría encontrarse el inicio ni el final.
Vine buscando nuevos conocimientos con la esperanza de lograr respuestas, pero lo único que logro a través de ellos son nuevas preguntas."


Trimegisto es un flaco anciano, aunque de aspecto sano. En su robusta cara tan solo pueden apreciarse sus prominentes pómulos y sus despiertos ojos, pues el resto se encuentra oculto bajo su enorme, castaña y ondulada barba. Esta se entrelaza con su desordenada melena, adornada con algunas trenzas. Viste con una larga y sofisticada túnica blanca de lino y sandalias de fibras de palmera, de la misma forma que los sacerdotes del antiguo Egipto.
El libro a partir del cual centran su culto es el Kybalión, escrito por las rugosas manos del propio Trimegisto. En él, se  recogen  los siete principios de sus creencias y sus leyes más  básicas. A medida que pasan los días Nikola siente que avanza más en su búsqueda del conocimiento, lo cual le otorga una placentera sensación de libertad, por lo que decide quedarse en el templo de forma indefinida.

"27 de febrero de 2984,
Hablando con él, he profundizado en sus creencias. Del mismo modo, que piensan que no existe un principio de la existencia a partir de la "nada", también piensan que la vida no se forma a partir de la materia inerte.
Para ellos no existe la materia inerte, la vida se encuentra en todas partes, lo que no está vivo, para ellos, se encuentra en letargo.
Para justificarlo, Hermes me cuenta que mi cuerpo esta compuesto por diminutos átomos que viajaron hasta aquí desde otras partes de la galaxia. Por lo tanto, toda esa materia en letargo ha atravesado, en forma de átomos, un viaje de miles de millones de años para terminar despertando de su letargo y formarme a mí.
De esta forma, en cualquier lugar donde se den las condiciones necesarias para que surja la vida, esta simplemente “despertará” de su estado de letargo. En cualquier lugar puede surgir la combinación de moléculas que forman una célula y solo dependería de su entorno la posibilidad de su desarrollo.
La verdad es que me hace sentir muy confuso."




II
Evolución estelar

Pasadas unas pocas semanas, Nikola ya es parte del grupo y recibe una sencilla y discreta ceremonia de ingreso en la hermandad. Tras este escueto rito, comienzan sus primeras experiencias anormales. Él, siempre guiado por la razón, quiere pensar que la causa debe ser algún tipo de alucinógeno tomado durante el festejo, sin embargo desde ese momento no cesan de repetirse extraños sueños, viajes astrales, delirios...

"17 de marzo de 2984,
Acabo de despertar y siento como el sudor recorre mi frente mientras comienzo a escribir. Acabo de tener una pesadilla, o más bien un sueño extraño.
Intentare explicarlo mientras lo tengo reciente para no olvidar los detalles. Durante todo el sueño tenia la sensación de flotar, sentía como mis pies volaban, no estaba siendo atraído por ningún tipo de gravedad y de repente me di cuenta de que no había suelo bajo mis pies, no había absolutamente nada, me encontraba perdido en un vacío distante, donde solo podía reconocer el cielo estrellado.
Me sentía sin aire mirando a lo extraño y lo desconocido cuando de pronto,  algún cuerpo celeste explotó con una irreprimible fuerza y comenzó a derramar de forma desenfrenada todas sus entrañas. Resultaba realmente hermoso, un estallido de colores y su suave movimiento de expansión con total armonía, danzando mientras recorrían los confines más oscuros.
Poco a poco me vi envuelto en la perezosa nube que comenzó a rodearme mientras sentía como tímidamente me tocaba. En ese momento recogí un puñado de polvo entre mis manos hasta formar una pequeña pelota, que enseguida empezó a atraer más y más polvo, hasta que me vi alejado de ella mientras se formaba una gran esfera.
La esfera giraba y giraba con furia sobre sí misma, cada vez más grande, como una enorme y desbocada bola de nieve. Y sentí que de alguna forma aquello estaba vivo, que era alguna especie de célula cósmica, formándose a partir de la muerte de otro cuerpo celeste. Poco a poco se formó su majestuoso núcleo, latiendo como si se tratase de un infatigable corazón e inundando todo mientras los últimos montones de polvo se unían formando una capa protectora para el todo el líquido y el núcleo. 
Las formaciones de mayor tamaño, en la unión, perforaron la delicada capa y el liquido se derramó, surgiendo mares y océanos  ademas de una especie de esqueleto metálico exterior.
En ese instante, tuve la sensación que ese planeta, esa célula cósmica, se había percatado de mi presencia, entonces un escalofrío recorrió mi espalda y me hizo despertar con los vellos de punta."


Se emprende de esta forma el viaje de Nikola hacia la verdad. En esta primera experiencia, sin ni siquiera saberlo a actuado como demiurgo. Si bien no ha sido el creador directo de ese mundo, si que lo ha moldeado, ordenando sin saberlo toda la materia caótica del cosmos.
Con el paso de los días, se empieza a palpar cierto nerviosismo en el templo, comienzan a prepararse para algún tipo de festividad, de la cual Nikola parece encontrarse excluido.

"24 de marzo de 2984,
Hoy no he podido hablar con nadie, se encuentran inmersos preparando algún otro festejo relacionado con la llegada de Crisoprasa o algo parecido. Aunque estoy formalmente aceptado y asisto a muchas de sus ceremonias, es obvio que no soy un verdadero miembro del grupo ni termino de comprender y compartir sus creencias, así que he salido a caminar.
No es de extrañar el aislamiento de los dogón. Sus casas construidas con barro, paja y excrementos, o simplemente excavadas en la roca, consiguen camuflarse con las paredes de los acantilados, logrando un sorprendente mimetismo con los rocosos muros, que las hace casi irreconocibles en la distancia.
En la parte superior, más abrupta y resguardada se encuentra el templo. Desde él, mientras todos trabajan efusivamente, yo contemplo unas excelentes vistas que alcanzan todo el territorio. Al fondo, perdiéndose en el horizonte, se aleja el maltrecho río, por el que apenas fluyen unos pequeños hilos de agua cristalina. Todo el lateral izquierdo esta formando por el majestuoso barranco que parece no acabar nunca y bajo él, una impresionante llanura.
Exceptuando las diminutas construcciones dogón, todo resulta de un tamaño colosal. No hay mucha vegetación, salvo en los lugares por los que discurre el río y algunos pequeños grupos de árboles aislados que yerguen en los contornos de grandes charcos.
Aprovecharé estos días en los que todos se muestran tan distantes para leer el Kybalión."

ACTO 2: EVOLUCIÓN BIOLÓGICA

III
Biogénesis

Durante los días siguientes, los habitantes del templo continúan absortos en sus tareas y Nikola, cautivado por el Kybalión, termina recluyéndose en su habitación, como hipnotizado por el libro. Pronto se siente atrapado en él y sus siete principios básicos, hasta que su mente empieza a moverse más allá de su forma corporal.
A partir de este momento las anotaciones en su diario se tornan confusas e incluso en algunos casos en borrones y tachones ilegibles. Encerrado en una pequeña y opaca habitación sin ventanas ni claraboyas que permitan penetrar la luz, comienzan a pasar las horas y los días hasta encontrarse totalmente inmerso y perdido en el abismo de su mente.
El lado derecho de la habitación da acceso a una gastada letrina y la sala principal se encuentra sin nada más que una raída cama, asentada en un destartalado suelo de madera de baobab. En ocasiones, logra prender un pequeño candil que ilumina de forma muy tenue la alcoba. En la penumbra continua escribiendo sus notas, buscando mantener de esta forma alguna conexión con la realidad.

"26 de marzo de 2984,
He vuelto a soñar con el gigante acorazado, lo que a simple vista parecía un desolado yermo  ha resultado ser la cuna de un sin fin de pequeños seres. De su baldía superficie y sus majestuosos mares, ha comenzado a brotar la vida.


Sus rojizas aguas actuaban como caldo de cultivo y pronto los agitados organismos empezaron a evolucionar, lo simple se tornaba complejo. Presencié cómo la materia salía de su letargo, cómo despertaba y se abría camino evolucionando incluso en los lugares más insospechados.  
Al cabo de un tiempo, pude apreciar que no era un proceso azaroso, era absolutamente metódico. Todos poseían la habilidad innata de transformarse y adaptarse al complejo entorno cambiante.
Por cada vuelta completa que el planeta daba a la órbita de su estrella, parecía surgir una nueva especie."  


Al principio sólo en el agua, dominada por una gigantesca criatura de enormes fauces. De su prominente boca sobresalían cuatro enormes colmillos, que cortaban y desgarraban como sables a sus victimas. Su enorme cabeza tenía una gran movilidad gracias a su fuerte y largo cuello, que le permitía realizar violentos movimientos mientras despedazaba a sus presas. Del resto de su voluminoso cuerpo destacaban seis enormes aletas y una enorme cola que terminaba aplanándose para permitirle desplazarse mejor en el agua. 
Con el paso del tiempo, las especies más pequeñas comenzaron a salir del agua y evolucionar de forma independiente en la superficie. Pronto toda la superficie se vio plagada de criaturas, dominando los insectos. Todos estos insectos se enfrenaban entre sí, hasta que cada especie logró adaptarse y defender su propio territorio. El que ocupaba mayor territorio era  un cuadrúpedo con unas extrañas patas traseras en forma de zeta.

Y sólo algunas pocas especies lograron volar. Destacaba especialmente una con potentes garras tanto anteriores como posteriores, de forma que al bajar a por su presas las agarraba con las cuatro extremidades produciendole numerosos cortes. Además su potente pico era capaz de perforar el exoesqueleto de los insectos, haciendo de este animal el más feroz de todo el planeta, aunque debido a su enorme envergadura y difícil adaptación a los cambios, era una especie muy poco común.






 IV
La era metálica

"28 de marzo de 2984,
El tomar notas de todo lo acontecido con el mayor detalle posible esta siendo una labor muy gratificante, además de ayudar a que mi desquiciada mente no se pierda por completo.
Tras salir de la habitación, recuerdo llegar al patio del templo, iluminado por un espléndido sol y soplado por el aire alegre de la primavera. Logré reunirme con Hermes y charlar mientras me comía unas piezas de fruta, que buena falta me hacían después de mi encierro en la habitación.


Le hablé brevemente de lo sucedido, de cómo perdí la noción del tiempo dentro de aquel cuchitril y de mis extraños sueños. Para mi sorpresa no se extrañó en absoluto y con gran naturalidad esbozó una ligera y amable sonrisa antes de pronunciar la palabra 'Queztgull'.


Tras unos instantes de confusión y perplejidad me explicó que ese era el nombre del planeta y que todos los habitantes del templo habían tenido con anterioridad ese tipo de viajes astrales. No los llamaba delirios ni tan siquiera sueños, hacia referencia a ellos como viajes astrales, como si de alguna forma, toda esa experiencia tuviese conexión con algo real fuera del puro subconsciente.
Aprovechando que el tema parecía especialmente de su agrado trate de lograr más información, mas resulto inútil. Parece que simplemente todo forma parte de algún guión que desconozco y me conduce a ser uno de ellos.


Las sombras ya han empezado a hacerse cada vez más largas por la discreta huida del sol mientras termino de escribir. Me voy a la cama con la incertidumbre de si me aguarda un sueño cotidiano u otro de esos viajes astrales. En cualquier caso estoy cansado y me retiro ya.”


De las notas de la mañana siguiente sólo pueden ser entendidos los siguientes fragmentos:

“Después me sentí extraño, hasta que me vi transportado fuera de mi cuerpo. Estaba en el planeta Queztgull y era una extraña criatura. No era el único, estaba rodeado de multitud de seres como yo.
A pesar de estar consciente, no era capaz de controlar lo que estaba haciendo, simplemente me dejaba llevar y mi cuerpo parecía autogobernarse, como si sólo fuese un espectador. Éramos al menos 100, todos con la misma apariencia, insectos bípedos y ectomorfos. Apoyados en dos largas y delgadas piernas con dos rodillas, de forma que la pierna se asemejaba a una Z, y raquíticos brazos terminados en cuatro dedos con extrañas protuberancias en el antebrazo, formando una serie de conos. Por lo demás eran muy similares a los insectos de la Tierra, con multitud de ojos agrupados en siete grandes esferas azules, enormes antenas con las que parecían comunicarse y un fuerte exoesqueleto.


Juntos y con gran esfuerzo, estábamos transportando una colosal pieza que parecía ser empleada en la construcción de una enorme estructura metálica formando un pentágono gigante.


(...)


Se abría ante mis siete ojos una enorme ciudad, formada por la agrupación de tan singulares edificios geométricos. El plano de la ciudad era un enorme hexágono y sobre él multitud de figuras, pentágonos, pirámides, esferas, y en el centro un enorme cono invertido más alto que ninguna otra construcción, presidiendo la ciudad. Aquella maravillosa ciudad, que sin duda sólo podía existir en la mente de un loco."


Este tipo de anotaciones se repite durante varios días en los cuales construye diferentes edificios en distintas ciudades. Explica cómo el planeta dominado por esas criaturas parece estar salpicado de distintas facciones enfrentadas entre sí para controlar los recursos de los distintos territorios, al igual que en la Tierra.
Este hecho le lleva a numerosas reflexiones sobre la naturaleza de la vida, pensando que quizás es ese el orden natural de las cosas. Una enorme batalla de todos contra todos, en la que sólo importa sobrevivir de forma individual, sin formar parte de algo más grande, pues entiende que el hecho de que se agrupen en manadas, comunidades, ciudades, países, u cualquier otro tipo de grupo, es solo una forma de obtener fuerza y poder sobre los demás para asegurarse su propia supervivencia a través del control de los recursos.

"4 de abril de 2984,
Al parecer, no hay otro camino más que la supervivencia del más fuerte. El sistema de la vida parece que no puede funcionar de otra forma, es una lucha constante, más allá de la mera adaptación al cambio para sobrevivir. Es una lucha a muerte contra sí misma, para reivindicar su derecho a existir."


Los seres de Queztgull, vivían ajenos a su realidad, no eran conscientes de que poseían un espacio y unos recursos verdaderamente limitados y necesitaban administrarlos para no agotarlos.
Vivían en una fase de desarrollo aun bastante primitiva, pero habían crecido tanto en numero y eran tantos sus enfrentamientos, que estaban desgastando la energía del propio planeta.
Ante esta situación, Queztgull despertó.





V
El despertar de Queztgull

"5 de abril de 2984,
Ha sucedido algo extraordinario. Mientras me encontraba en la ladera de una colina cercana a una de las ciudades de planta octogonal, que parecen ser las de mayor tamaño, la tierra nos ha sacudido y hemos sufrido un enorme terremoto. En un primer momento ha sido de baja intensidad, pero todos han comenzado a inquietarse y los animales más capaces pronto han echado a volar por el cielo de color ámbar rumbo a otros lugares. En el segundo temblor fue necesaria la ayuda de una especie de grandes árboles, semejantes a las secuoyas de la Tierra, para poder guardar el equilibrio mientras que muchas rocas y la tierra no sujeta por las raíces de los arboles han empezado a desprenderse colina abajo.


Y tras un momento de aparente tranquilidad llegó la tercera reprimenda, con esta última réplica todos caímos al suelo y ante nuestra atónita mirada muchos de los geométricos edificios empezaron a colapsar y derruirse. Al caer los de mayor envergadura, el suelo parecia hundirse por el impacto, hasta que realmente se pudo apreciar que la ciudad se estaba convirtiendo en un gigantesco cráter repleto de los restos fragmentados de los edificios.


Las enormes estructuras eran ahora un conglomerado de pequeñas piezas de distintos tamaños sin ningún tipo de orden, que iban siendo engullidas por la tierra del mismo modo que se precipitan los granos por el embudo de un reloj de arena.


La apertura se hizo cada vez mayor hasta que terminó devorando la ciudad al completo. Pero la verdadera sorpresa nos aguardaba cuando al mirar al interior del nuevo abismo formado por el precipicio que se había creado al abrirse la tierra, vimos una boca. Tenía forma circular con varias hileras de colosales y afilados dientes, todos ellos similares a colmillos o cuernos. No lograba verse el final, sólo circulos concéntricos cada vez más profundos llenos de prominentes dientes.
Queztgull terminó de despertar, buscando desesperadamente una forma de alimentarse, de obtener la energía que nosotros le estábamos arrebatando.


(…)


Indefensos ante la ferocidad de la naturaleza salvaje y sin ningún tipo de explicación para el cataclismo, los líderes espirituales pronto comenzaron a rendirle culto a la boca y a ofrecerle sacrificios, pues ya mostraban nociones de verdadera consciencia e intuían que de alguna forma tenían que devolverle a su tierra todo lo que tomaban. Pero era imposible que eso fuera suficiente para el gigante acorazado.


(…)


Seguíamos subiendo el camino que el agua nos marcaba, lo que antaño era un inmenso río ahora era una desértica rambla que nos servía de camino, donde antes transcurría el rojizo liquido ahora sólo quedaban montones de tierra cuarteada y resquebrajada por la falta de humedad. Me llamaba particularmente la atención el hecho de que, a medida que ascendíamos, el cielo tomaba colores cada vez más cobrizos y las nubes se iban alejando.


No disponía de reloj, pero tenia la sensación de haber caminado durante horas subiendo la montaña y su sol seguía en lo más alto del cielo, cuando siempre me había dado la sensación de que sus días eran más cortos. En un primer momento pensé que podría ser fruto del cansancio o algún cambio de estación, pero cuando las nubes terminaron de alejarse y sonó el estruendo del rugido de la boca, todos nos dimos cuenta.


Queztgull ya no estaba siguiendo su órbita habitual, se estaba moviendo errante por el espacio según su voluntad, buscando fuentes de energía. Ahora que las nubes se habían alejado por completo y tras el rugido del planeta veíamos como en el cielo, de un inusitado tono ocre como si estuviese avergonzado de lo que veía, dejaba ver cada vez más cerca a uno de los pequeños planetas vecinos que sin duda iría a parar a las fauces de aquella monstruosa boca.
De esta forma comenzó su dantesco espectáculo, surcando el infinito para devorar planetas, satélites, cometas y todo astro que estuviese a su alcance."


Queztgull se encontraba recorriendo el universo, devorando todo lo que encontraba a su paso para poder mantenerse con vida, mientras las criaturas que habitaban en él, sin ni siquiera ser conscientes de ello, peleaban entre sí por los recursos y adoraban a esa enorme boca, que debido a su viaje les relegaba a largos periodos de oscuridad.

Pero esa situación sufrió un importante cambio, que haría que nada volviese a ser como antes.

ACTO 3: CONCIENCIA ESTELAR

VI
La Guerra del Conocimiento

“16 de abril de 2984,
Todos mis sueños recientes están resultando ser pequeños trozos de muerte. He muerto unas cinco veces durante la noche de hoy. Una pesadilla que se repite una y otra vez.
Desde que el planeta comenzó a moverse, y con ello el día y la noche dejaron de alternarse con un orden lógico, se está produciendo un nuevo proceso de transición. Todo ser vivo de Queztgull lucha por adaptarse a la nueva situación, y en ese nuevo ambiente los conflictos están aumentando en número e intensidad. Los bandos en conflicto cada vez son mayores y los vencidos se unen a los vencedores formando ejércitos cada vez más numerosos.


En el último de los sueños, tras unos largos preparativos, estamos todos armados para la batalla, con enormes lanzas diseñadas para penetrar nuestro duro exoesqueleto y algunos arqueros. Los sacerdotes han ofrecido los últimos sacrificios a la boca de Quetgull, a la cual han bautizado como Kwodd y hemos puesto rumbo a una enorme llanura donde nos encontraremos con nuestros enemigos.
Las batallas están muy estructuradas, existe una especie de código que ningún bando se atreve a violar y cada individuo cumple una función bien definida, no hay lugar para el heroísmo o la cobardía, el grupo en su conjunto forma una única unidad de combate.


(…)


Ya iba a comenzar, todos se posicionaban, agitaban sus lanzas y gritaban al son de los tambores. Se daban las primeras órdenes por parte de los líderes y caían las primeras flechas mientras los soldados desfilaban al frente para encontrarse en el centro de la llanura.
A pesar de ser un sueño, sentía latir mi corazón cada vez más fuerte al ritmo de los tambores. Sentía que mi sangre me quemaba por dentro y gritaba junto con el resto de soldados mientras agitábamos las lanzas. El cielo se tornaba de un tono ocre y apenas se movía un poco el viento, cortado por el silbido de las numerosas flechas. Todo estaba dispuesto para una nueva batalla, quizás la ultima, quizás otra más del montón, podría ser una derrota o una gran victoria.
Pero no fue así, un rayo de luz atravesó el cielo y cayó entre los dos bandos. Los mandos de cada ejercito dieron la orden de volver a sus posiciones mientras que en el lugar del impacto comenzaba a salir humo.
De entre el humo surgió una figura y una intensa luz roja. Pronto mi vista alcanzo a verlo por completo mientras quedaba perplejo. ¡Era un robot!
Tenia un único “ojo” que emitía una intensa luz roja con el cual comenzó a observar todo lo que tenia alrededor. Y comenzó a emitir extraños sonidos incomprensibles para todos los allí presentes.
Tras comunicarnos su mensaje de diferentes formas, emitió una intensa señal al cielo que asustó a todos los Qhrisos, que agarraron sus lanzas preparándose para el combate. Tras esto, el robot cambio de posición y surgieron de él potentes cañones con los que comenzó a atacar a ambos lados de la llanura.
La potencia de sus disparos provocaron un importante número de bajas y los ejércitos que no estaban preparados para ese tipo de enfrentamiento perdieron su habitual disciplina y se abalanzaron de forma desordenada contra aquel extraño artefacto llegado de otro rincón del universo.
Tras aguantar varias oleadas de flechas y lanzas, finalmente el robot fue destruido pero antes de que los dos bandos volvieran a organizarse, en el cielo se divisó una intensa lluvia de luces y comenzaron a caer robots por todas partes.
Los soldados comenzaron a huir en todas direcciones, mientras los robots dejaban de disparar y comenzaban a capturarlos y encerrarlos en sus naves. Uno de los capturados fui yo.
 

(…)
 

Una vez lograron encerrar a 50 de nosotros en aquel artefacto, fuimos transportados al espacio, donde se encontraba su base central. Era una enorme estructura mecánica, en la cual nos adentrábamos. Una vez dentro nos hicieron pasar a una pequeña sala, donde se encontraba lo que parecía ser su ordenador central. Una vez allí, nos colocaron unos pequeños dispositivos en la cabeza y sentí como moría.”
Este extraño relato, se debe a la existencia de Vel-Orok0009. Una compleja forma de vida que surca el universo almacenando conocimiento. Tenía un origen desconocido, aunque posiblemente alguna cultura avanzada y con enormes conocimientos habría creado un dispositivo para almacenarlos y que fuesen de fácil acceso para todos, una evolución de la clásica idea de la enciclopedia. Pero en algún momento, este ente programado para obtener todo el conocimiento a su alcance, sufrió una transformación.
Sus creadores no fueron conscientes del monstruo que habían creado y tras descubrir un proceso por el cual la mente era capaz de ser convertida en un software, incluyeron ese conocimiento en Vel-Orok0009.
El resultado fue la total aniquilación de sus creadores, pues esta maquina sin conciencia, sentimientos o capacidad para distinguir el bien del mal, había sido programada para obtener todo el conocimiento a su alcance y le habían proporcionado una forma de extraérselo a cualquier ser vivo, aunque tuviera que matarlo.
Pronto, comenzó una verdadera revolución, esta maquina a través de todos los conocimientos almacenados, inició la fabricación de ejércitos de robots, y una flota de naves programados para secuestrar a cualquier cosa con vida de la que pudiese obtener conocimientos.
De esta forma Vel-Orok0009 recorría todo el universo almacenando información y conocimientos sin ninguna otra finalidad que la de obtenerlos y usando para ello todos los medios a su alcance."

“19 de abril de 2984,
De alguna forma los robots han aprendido nuestro lenguaje y nos instan a la rendición. No entiendo qué interés tienen en nuestra rendición si de todas formas a todos se los llevan y los matan.


(…)


Hermes me pide que sea paciente, he de reconocer que mis últimos viajes son muy confusos, cada día quedamos menos y con menos fuerzas, no tenemos ninguna forma de hacer frente a Vel-Orok0009. Desconozco qué sentido pueden tener mis sueños, pero siento un fuerte vínculo con los Qhrisos y empiezo a sentirme afectado por el desarrollo de los acontecimientos."

“20 de abril de 2984,
Creo que lo entiendo, Vel-Orok0009, nos quiere con vida y nos conecta a esa maquina para obtener nuestra mente, nuestro alma, por eso sabe hablar nuestro idioma, nuestras técnicas de combate, la ubicación de todos nuestros recursos y se anticipa a la mayoría de nuestros movimientos. Pero si es cierto, sera imposible vencerlo, estamos condenados.”
Y habrían estado condenados de no ser por la fuerza de la vida, reencarnada en Queztgull, luchando constantemente por adaptarse al cambio, por sobrevivir. Si en la ocasión anterior necesitó abrir la boca, ahora le tocaría hablar. Pero no con palabras.
Queztgull hizo de catalizador, unificó todas las mentes de sus habitantes, creando un nuevo ente. Todos pasaron a formar parte de algo superior. Se encontraban conectados entre sí, formando la mente de todo Queztgull en cualquier individuo.
De esta forma, Vel-Orok0009, solo tenia la necesidad de obtener la mente de uno de los individuos, pues en cada de uno de ellos se encontraba Queztgull conectándolos y dándoles de nuevo la oportunidad de seguir avanzando.
Una vez se marchó Vel-Orok0009, dejando atrás a algunos de sus robots, comenzó en Queztgull una enorme época de prosperidad, al ser conscientes por fin, de que todos formaban parte algo superior, algo superior que los había conectado a todos, la vida, Queztgull."



VII
La era mecánica

“29 de abril de 2984,
Había perdido la esperanza de que fuera posible, ahora todos estamos conectados sin ni siquiera entender cómo. Ahora formamos parte de un único organismo, del mismo modo que mis células viven por sí mismas y para el conjunto de mi cuerpo, cada individuo de nuestra sociedad vive para sí mismo y para la comunidad.
No es difícil de imaginar, al entender lo que realmente somos no hay necesidad de países, no hay avaricia por acaparar los recursos, sino una gestión responsable de estos, no hay propiedades, se comparte todo de la forma más eficiente, no hay religiones ni sacrificios, se rinde culto a la vida y se cuida por encima de todas las cosas.
Además a partir de los restos de los robots, hemos logrado un salto tecnológico, la ciencia revoluciona nuestro mundo por instantes. Ya no hay combates entre nosotros, se combate la enfermedad, se combaten las distancias, se combate a la escasez.


(…)


Existe un enorme respeto, un inquebrantable equilibrio y una sana curiosidad por entender el universo...”

“6 de mayo de 2984,
Necesito saber por qué. Necesito entender de dónde provienen estos sueños, qué significado tienen. La paz que me ha transmitido toda esta experiencia debe tener algún motivo. Por una parte me siento mucho más humilde al ver la realidad, pero por otro lado no puedo evitar sentirme especial, es algo contradictorio.
Ahora iré a prepararme para la ceremonia de la llegada de Crisoprasa, desconozco el significado de esta ceremonia que llevan preparando desde mi llegada al templo, y me han invitado a ultima hora."





VIII
La agonía del Dios errante

La llegada de Crisoprasa era la llegada del más ilustre de los Qhrisos, bautizado como 'el errante'. Crisoprasa nació desvinculado de la conciencia colectiva, lo cual le causó graves problemas de adaptación, pues no era capaz de entender la complejidad del mundo en el que había nacido, y se encontraba desarraigado de su propia historia.
No poseía maldad, simplemente era el desconocimiento. No lograba entender el equilibrio de las cosas, a menudo mostraba comportamientos egoístas y era capaz de mentir a sus semejantes, cosa no vista desde hacia muchísimo tiempo.
No se preocupaba por dar el mejor uso a las cosas, ni respetar el equilibrio del sistema, parecía que solo quería satisfacerse a si mismo y a sus infinitas necesidades. Era un paso atrás en la evolución del planeta, una reminiscencia del mundo anterior a Vel-Orok 0009.
Su existencia, y la posibilidad de que surgiesen más individuos como él ponía en peligro todo el sistema del planeta, pues terminarían intentando romper el equilibrio, jerarquizando la sociedad, explotando los recursos... Motivo por el cual decidieron expulsarlo.

Él lo entendía y aceptó la decisión, comprendió que algo en él no estaba bien, que era diferente, una amenaza. Por lo cual se decidió a viajar por el cosmos buscando su lugar. En sus viajes visitaba multitud de planetas, en algunos de los cuales gracias a él la vida se iba abriendo paso. En otras ocasiones se encontraba con otras formas de vida que habían surgido por si mismas sin la necesidad de su intervención.
Uno de esos lugares fue la Tierra, él trajo la vida a la Tierra. Y cada cierto tiempo volvía a ella para ver como había evolucionado. Sembraba el universo de vida y la estudiaba tratando de averiguar por qué él era diferente al resto de su civilización, por qué era ajeno al sistema Queztgull.
Las respuestas para Nikola se encontraban más cerca, pues sus sueños habían sido provocados por Crisoprasa, que llevaba siglos instruyendo a sus seguidores en el templo de Bandiagara.

“15 de junio de 2984,
Llevo mucho tiempo sin poder escribir en el diario, desde la llegada de nuestro creador no hemos tenido mucho tiempo, son tantas las cosas que nos cuenta sobre el universo, las diferentes formas de vida, los recuerdos de su Queztgull natal.


(…)


Su tamaño es asombroso, en los sueños, al no tener una referencia con la que comparar, ni me lo había imaginado, ronda los tres metros y medio de altura.


(…)


Posiblemente emprendamos nuestra marcha al resto de territorios de la Tierra la próxima semana, me pregunto si estarán preparados para saber la verdad, ellos no han tenido contacto alguno con él con anterioridad, pues los sueños solo afectaban a los habitantes del templo, y han nacido y crecido siguiendo únicamente las verdades que les ofrecía el partido.”

ACTO 4: CAOS

IX
Deicidio

No existen escritos en el diario de Nikola que hagan referencia a lo acontecido durante su salida del templo, ni de su posterior huida, sólo una breve nota de despedida.
Tal y como Nikola sospechaba, el mundo no estaba preparado, con su voluntad doblegada y su mente bajo el poder del partido. Vivían inmersos en la ignorancia, sin ni siquiera imaginar la grandeza del ciclo cósmico, refugiados en las verdades que les ofrecía el partido y sin ningún interés por conocer la realidad de sus miserables existencias.
Enloquecidos por la revelación, negándosela a sí mismos y buscando permanecer en ese mundo de plácida ignorancia, cargaron contra Crisoprasa. Recibió el mismo castigo que los altos mandos capturados de los ejércitos enemigos. Juzgado en público en la Plaza de España en Sevilla, y maltratado, torturado y crucificado en la Plaza de la Maestranza, en una terrible exhibición de lo peor de la especie humana.
Todo su via crucis y la ejecución fueron emitidos en directo con señal para todo el mundo, desde el inicio del juicio hasta que el círculo del albero cubierto de la sangre quedó ensombrecido por un tenebroso eclipse.
Los asistentes a ese bochornoso espectáculo pronto quedaron enmudecidos al levantar la vista, enloquecidos al verse en el abismo, a punto de ser devorados. 


X
Cosmocidio

El vínculo que unió a Queztgull durante la guerra contra Vel-Orok0009, no había surgido nunca en Crisoprasa, sin embargo durante sus últimos momentos, con su sufrimiento, en un desesperado intento de pedir ayuda, logró conectar.
Crisoprasa era inmortal, al menos en cierta medida, pues gracias a los avances que lograron en Queztgull ya nadie moría por enfermedad o vejez, nunca había sentido verdadero miedo o peligro por su vida, pero mientras transportaba su cruz por las calles de Sevilla, su lamento llegó a Queztgull.
Todos los miembros del templo lograron huir a Bandiagara y ante las catastróficas pesadillas inducidas por Crisoprasa, supieron que pronto no quedaría suelo en la Tierra donde pisar, por lo cual, aprovechando la nave de Crisoprasa, partieron más allá del infinito.

“31 de diciembre de 2984
Se reinicia el ciclo.”


En una imagen absurda, Queztgull devora la Tierra, y después estalla en forma de supernova, para que quizás alguien sumido en un profundo sueño moldee sus entrañas.

EPÍLOGO: MÁS ALLÁ DEL INFINITO

Éskhata

En un momento ya olvidado de la historia de China, antes de que la libertad de pensamiento muriese por completo y como respuesta al poder creciente de el partido, surgió un movimiento ideológico en contra.
Un nuevo renacimiento, personas dedicadas a investigar y redescubrir el pasado. Conscientes de que no tenían ninguna posibilidad de vencer a un sistema ya asentado y totalmente corrupto y podrido, optaron por huir.

Se refugiaron en la Antártida. Era el único lugar en el cual podrían escapar de las garras del partido y se sentían atraídos por la historia del lugar. Todo estaba envuelto de cierto romanticismo. Encontraron documentos antiguos en los cuales se describía la Antártida como el último lugar de la Tierra en ser descubierto, un lugar que no fue conquistado por ningún país, sino compartido únicamente con fines pacíficos y de investigación. Representaba en cierta manera el espíritu de este grupo de intelectuales.
Lograron asentarse bajo el volcán Erebus y prosperar durante siglos. Muy influenciados por la cultura clásica y con gran pasión y curiosidad pronto se marcaron como objetivo las estrellas.
No tardaron mucho en expandir su civilización más allá de la Tierra, siendo tan inmenso el universo que se les ofrecía que la mayoría perdieron el interés por la Tierra dándola por perdida y dejándola en manos de China.

Sólo un pequeño grupo de mujeres permanecía velando por la Tierra. Se hacían llamar las Hespérides, en honor a las hijas de Atlas de la mitología griega, que custodiaban el jardín de las manzanas de oro.